domingo, 17 de junio de 2012

Tinieblas en el mundo de la Nada.

Deslizándose suavemente por tus propios pensamientos. ¿Dónde está el fin? No hay por dónde atraparlo. Hay veces que uno está girando, vertiginósamente sobre un océano sin fondo. Con una muerte y un resurgimiento, entre cenizas de tiempos pasados. Entre las basuras de las dudas. Y una respuesta incierta. Dos o tres pelos en mi lengua. Ocho dedos en mi mano izquierda.
Irreconocible y sólo yo.

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