lunes, 11 de abril de 2016

Náufragos



Dejémonos ya de pies de plomo. Este paroxismo me está devorando a mí también ¿No has sentido estar alguna vez en una isla que, aparentemente, sólo tú conocías? Pero encuentras, para tu mayor sorpresa, que hay otro náufrago. Otro ser errante. No lo esperabas, no dudabas de su existencia porque tampoco esperabas que así fuera, pero ahí está. Un ser civilizado en una selva de sinsentidos, absurdos y, con mayor frecuencia, de crueldades y estulticias.
Temes, no obstante, no hablar el mismo idioma; quizá no volar al mismo son ¿Pero no hemos estado ya mucho tiempo escrutando entre las sombras?
Este náufrago desea poder abrir la boca y expresarse con claridad. Abrir su alma una vez más. Pase lo que pase, al menos, será un buen momento. Aunque sea para tomar un simple té con pastas y hablar de la razón humana.

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